SEXTO INFORME "Mil Medias Mentiras y Más Medias Verdades"

No quiero quitarles su valioso tiempo, pero tendré que hacerlo porque prefiero que lo pierdan conmigo a que lo malbaraten en otro cuchitril. En este momento en que les escribo, ignoro cuántas cosas coincidirán en el tiempo en que este mamotreto se publique, pero confiemos en que la pinche realidad  dé un giro de 180 grados en el curso de aquí hasta diciembre.

Termina lo electorero en medio de un desmadrito que aún no sabemos cómo vamos a asimilar, la izquierda más dividida que pizza en mesa de pobre sigue apoyando a AMLO a regañadientes, es decir, están en un estado de “sí pero no”; y no es que esta indecisión tenga que ver con sus más ardientes convicciones políticas, sencillamente no saben cómo darle carpetazo al proceso sin ser señalados de traidores al personaje, que les ha dado la mayor cantidad de votos en su historia, porque esa es la neta, la gente no votaba por el PRD, el PT o Convergencia, la gente votaba por AMLO. Esperemos a ver que dice el tabasqueño el día 9 en el zócalo.

Mientras qué sí y qué no, la sangre sigue borboteando en nuestras tierras. Nuevas fosas, balaceras, fugas, retenes, detenciones, desapariciones y hartas filtraciones que implican como siempre a los disque buenos ganándole a los malos. La presión genera presión (FeCal), y las tarugadas más tarugadas (EPN). Han de seguir brotando mil medias mentiras y más medias verdades de grandes irregularidades en todos los niveles. Desde chanchullos tolerados de adversarios y leales, hasta farsas inconfesables tramadas por quienes juran solemnemente procurar justicia.

Pero en el México de a de vis, o al menos el que se describe en los documentos oficiales Felipillo presento afortunadamente su último informe de gobierno. Así empaquetado cuál cajita feliz del payaso satánico de McDonald’s fue entregado al congreso el fin de semana para su revisión y el evento hecho por el preciso sería en otro escenario, digamos con un público más a modo.

¡Un Mundo Maravilloso! Aquí las cifras del informe:

·         Del segundo trimestre del 2009 a la fecha la economía ha crecido 15.7%.

·         Las reservas internacionales suman 159.8 mil millones de dólares al 17 de agosto de 2012.

·         En lo que va de 2012 se han creado 553,775 empleos formales.

·         De 2007 a 2012 oportunidades incrementó sus apoyos de $529 a $830.

·         Oportunidades y Apoyo alimentario ayudan a 6.5 millones de familias.

·         Hasta el primer semestre de 2012 105 millones de mexicanos tienen acceso a servicios de salud.

·         Durante el sexenio se han creado 1264 nuevos hospitales y clínicas.

·         Se han sembrado 1930 millones de árboles en 2 millones 180 mil hectáreas.

·         Se incremento  la cobertura de agua potable de 91.6% y 90.2 en alcantarillado.

·         En el sexenio se han construido o remodelado 19,684 kilómetros de carreteras, autopistas y caminos rurales.

·         La cobertura de internet beneficia a 43.1 millones de usuarios y 47% de hogares cuenta con servicio telefónico.

·         El último año se han entregado 7,966,186 becas.

·         Se alcanzó la cobertura educativa del 69.3% entre la población de 16 a 18 años y la educación media superior solo contó con 4.3 millones de estudiantes.

·         Se detuvieron a 1075 supuestos secuestradores.

·         Se extraditaron 34 personas relacionadas por delitos contra la salud.

·         Se capturaron o abatieron a 22 de los 37 criminales más peligrosos del país.

Con este panorama tan alentador me dan ganas de ir al zócalo el 16 de septiembre y hasta se me olvida que ando sin trabajo, sin embargo, cuando asomo la cabezota me soplan la triste realidad de un sexenio plagado de tranzas, quemazones, plagios, fosas, decapitados, desplazados, huérfanos, viudas, etc, etc.

 



El 20 de agosto último el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) presentó un informe sobre los homicidios en México durante 2011, según el cual aumentaron 274% con respecto a los de 2005. Para junio de este año, la estadística sexenal de homicidios ascendía a 88 mil. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó a su vez más de 5 mil desapariciones en lo que va de la gestión calderonista; Amnistía Internacional (AI) reporta sólo 3 mil, mientras otros organismos civiles calculan la cifra a más de 10 mil. La tasa de impunidad en el país promedia alrededor de 98.6%; es decir, de cada 100 delitos cometidos, sólo 1.4 terminan en sentencia condenatoria. La razón: la mayoría de los casos se pierden por violaciones al debido proceso o por mala integración de las averiguaciones.

Si bien el tema económico es un asunto que la mitad del sexenio se ha visto socavado por la crisis internacional, es inevitable juzgar las cifras de 60 millones de pobres que reporta el INEGI, el número de “NINIS”, los factores de migración, la economía informal y la inestabilidad del dólar, sobre todo cuando ves la ineptitud de los funcionarios para resolver temas tan básicos como el precio del huevo.  A pesar de esto, quizá uno de los aciertos del sexenio ha sido el manejo de la económica a nivel internacional,  aunque no se sienta del todo satisfactorio dentro de nuestras carteras, ya que a nivel interno seguimos muy por debajo de los indicadores idóneos, más bien, han sido muy hábiles en colocar remaches y ajustes a una economía netamente dependiente de los gringos.

Sin embargo la estrategia del sexenio se basó en la lucha contra el crimen organizado y es aquí donde verdaderamente se fracaso, no sabemos ni cuántos muertos son. La proyección apunta a más de 100 mil, pero han escondido la información.

Personalmente pongo comparo por un lado toda esta bazofia de corrupción e impunidad en un lado de la balanza y súmenle lo que pesa la violencia, el crimen organizado, la pobreza galopante, la falta de trabajos, el nivel de educación, el campo muerto, los intereses corporativos, los compromisos con los gringos, y la simulación de un Estado cada vez más enclenque.  En el otro lado de la balanza, vayan colocando los discursos de los políticos y cada postulado de los partidos en sus diversas modalidades. Hasta un reverendo pendejo como yo, podrá darse cuenta que no hay relación entre lo que nos está pasando con lo que los gobernantes predican desde sus chaqueteros spots. Tenemos una tonelada de problemas contra cuatro plumas de cotorra, que con cualquier brisa vuelan. Las mentiras y las omisiones ya ni siquiera se las podemos endilgar a la mala voluntad de nadie. El asunto es más cabrón y es que todos los que pretenden ser representantes del “pueblo” solo representan a un sistema "vigente" que no permite ningún movimiento que se contraponga a la cadena de corrupción que sigue operando ahora con gel en vez de grasa.

Mientras no clausuremos la fábrica de vicios que mantiene como sultanes a unos cuantos y como perros de nadie a la mayoría, nada nuevo ni mejor saldrá de los forros de quien les jure que las puede. Después de tantos años de tropezarnos con la misma piedra, hasta para nosotros debiera quedar claro que ya no se trata de quién llega, si no a dónde llega. Podría Jesucristo mismo llegar a los Pinos y nomás de ver lo que hay en los cajones, sabría de inmediato que sólo una nueva crucifixión le daría sentido al nuevo camino que nos urge construir desde el cero maya. El sacrificio del hombre por el hombre se llevaría a cabo en Iztapalapa, y ya en la cruz y viendo al cielo, el mártir vociferaría: -¡Padre! ¡Perdónalos, porque siempre supieron lo que hicieron y siempre les valió pa’ pura madre!