16 de julio de 2012

Resaca 2a Megamarcha Nacional Contra la Imposición

Salimos a la calle de nuevo y tal vez somos menos, pero somos los que estamos y estamos por TODOS. A pesar de mi desánimo pasar el sábado en la fiesta de los DESOBEDIENTES es el mejor regalo que alguien como yo puede tener, gracias hermanos por no callarse, gracias por no venderse, gracias por no arrodillarse.
 
NO NECESITAMOS PERMISO PARA SER LIBRES. Somos “el Solis” aquel personaje de Mariano Azuela en “Los de abajo”, solamente que somos un “Solis” no desilusionado. Hemos tomado la calle para hacer entender al resto aquello que no han querido entender con las palabras, rechazamos cualquier propuesta de tomar nuestra voz y nuestra palabra, nuestra voz empezó a caminar y no se callará nunca más. No teníamos palabra. No teníamos rostro. No teníamos nombre. No teníamos mañana. Nosotros no existíamos. AHORA SOMOS TODO.
 
Nosotros no usamos la "buena causa” como un trampolín publicitario, ya no somos piedra, pirú, muro y mucho menos silencio. El dolor nos hizo hablar y en nuestras palabras hay verdad, no sólo pena y dolor es nuestra lengua, hay esperanza todavía en nuestros pechos. Somos la acción popular reflexiva y la racionalidad intelectual eficiente. Miramos hacia adentro de nuestra patria y de nosotros mismos; y miramos nuestra historia, vimos a nuestros viejos y hermanos con la furia en las manos, vimos que no todo nos han sido quitado, tenemos lo más valioso, lo que nos hace vivir, "dignidad" y vimos cuán grande era la vergüenza de haberla olvidado. Y vimos que es buena la dignidad para que los hombres fueran otra vez hombres y volvió la dignidad a habitar en nuestro corazón, y fuimos nuevos todavía y nos llamó otra vez a la lucha.
 
Renegamos volver al mundo precortesiano; más imposible aún permitir regresar a la tradición malsana del PRI todopoderoso y a su vez rechazamos la supuesta psicología de nuestra raza condensada en dos palabras: ¡robar! ¡matar!. Es nuestra juventud la única fuente de salud revolucionaria. Somos soldados anónimos, representamos a la gente que no fue dueña ni siquiera del nombre con que la bautizaron. Estamos convencidos que la lucha no violenta es el método más poderoso que pueden emplear los que luchamos por la libertad. Nos fortalecemos en la determinación de luchar, en la confianza en nosotros mismos y en nuestras aptitudes para resistir.
 
Desafortunadamente, el pasado aún está con nosotros. Por eso el objetivo no es cambiar al gobierno, el que puede convertirse en verdadero factor de cambio es la parte de la sociedad ajena al poder y a sus corruptelas. El objetivo de nuestro discurso, el mensaje político es provocar la reflexión, provocar preguntas más que provocar respuestas. Un proyecto de liberación hoy tiene que ser un proyecto de una sociedad en la cual quepan todos, y de la cual nadie sea excluido. Al no exigir el poder político sino más bien un cambio en la sociedad que produzca una nueva forma de hacer política, por eso somos RESISTENCIA. La resistencia como tránsito, como preparación a momentos de mayor radicalización de ser necesarios, donde los actores cada vez sean más heterogéneos y numerosos, gente que piensa lo mismo, que lucha por lo mismo. Conjugamos la propuesta de cambiar el país con la improvisación, sin miedo a lo nuevo, a sorprender, a tomar iniciativas poco convencionales.
 
El movimiento debe desembocar en una nueva manera de entender la política, una manera participativa en la que el poder ha de mandar obedeciendo. Debemos ser un discurso crítico que se forma de abajo hacia arriba a partir de la necesidad de describir y atacar un orden/desorden muy concreto y hacer del el llamado a los compañeros y compañeras a un llamado de hermanos y hermanas, unidos ante tanta corrupción, dolor y miseria. Debemos hacer de la resistencia el puente para que se encuentren todos los que luchan contra la dominación neoliberal, a pesar de sus diferencias.
 
Es posible una revolución. Hagamos una revolución para abrir el espacio que haga posible la revolución, rechazar un orden de dominación sin excluir a nadie, he ahí el reto de la concepción de una sociedad donde quepan todos. Una sociedad donde quepan todos, no todo. Orientando nuestra fuerza no a la destrucción, sino a la construcción. Hay que atravesar el espejo, hacer una propuesta, trascender la posición crítica o intercrítica y plantear una alternativa.
 
YA HEMOS PUESTO A TEMBLAR AL PODER DEL DINERO AHORA PENSEMOS ¿SOMÓS UN MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO O SOLO REFORMADOR?

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