GRANDES DERBYS (SEGUNDA PARTE)

En esta segunda entrega conoceremos dos de los grandes derbys del futbol mundial, el que se jacta de ser el más pasional en el mundo y el que divide a toda una nación con más de 100 años de odio deportivo:

BOCA JRS. V.S. RIVER PLATE

Primera parada: Argentina. Cuna del tango, los cortes de carne y de uno de los mejores futbolistas de la historia Diego. A. Maradonna; el futbol corre por las venas de los argentinos sin excepción de sexo, credo  o ideología política; para el argentino el futból es poesía, la vida es una gambeta, el verdadero dolor solo se experimenta cuando un zaguero te fractura tibia y peroné, cantar en la cancha del odiado rival de visita es mucho más que un orgasmo, la solidaridad se demuestra al dar la cara por un compañero hincha en una pelea, el éxito es cuando tiras un caño y la amistad se demuestra tirando una pared; el verdadero miedo se experimenta en un contragolpe y tu equipo está mal parado, la muerte es ir a recoger el balón al fondo de la red, la verdadera soledad solo se experimenta a los 12 pasos de un tiro penal, el arte es una rabona, el infierno es el descenso, la vergüenza solo se siente cuando metes un gol en propia meta, duda de quién no se vuelva loco por un gol, LA VIDA NO LA HAS VIVIDO SI JAMÁS HAZ JUGADO AL FÚTBOL.

El llamado superclásico, para muchos lo mejor que les pudo haber pasado en la vida, dicen el mejor espectáculo del mundo en las gradas, sencillamente cuando BOCA JRS. y RIVER PLATE se enfrentan, el país se mantiene en un shock de pasión durante las siguientes dos horas.

Para los Argentinos primero esta Boca o River, luego “la vieja” como llaman a sus madres y después la familia, no hay celebración más importante que el SUPERCLÁSICO, nada, absolutamente nada es más sagrado que el duelo entre Xeneixes y millonarios, el duelo del arraigo y la identidad ha comenzado, el único pensamiento de los argentinos es el BOCA JRs V.S. RIVER PLATE.

Este espectáculo deportivo concentra a las grandes masas en Argentina y la atención de muchos países en el mundo, es quizá la máxima expresión de la pasión que siente un aficionado antes y durante el partido, el diario THE SUN (Inglaterra) ha catalogado este partido como “la experiencia deportiva más intensa del mundo” y como el “espectáculo deportiv que tienes que ver antes de morir”.

La rivalidad tiene un origen claro: el barrio. River Plate nació en La Boca, en las afueras de la Capital Federal, el 25 de mayo de 1901, como fusión de dos instituciones que practicaban el deporte rey. Boca Juniors vio la luz allí también pero cuatro años después, el 3 de abril de 1905, producto del deseo de un grupo de inmigrantes de crear su propio club del fútbol. Para algunos, su primer enfrentamiento fue el 2 de agosto de 1908 en la cancha que tenía Boca en la dársena Sur, y lo ganó el local 2-0. Sin embargo, la versión más fidedigna afirma que se jugó el 24 de agosto de 1913 en cancha de Racing, con victoria de River por 2-1.

La crónica advirtió que a los 25 minutos del segundo tiempo los dos equipos se tomaron a golpes de puños y que fue expulsado Amoral (River). La pelea contagió a las tribunas, se pelearon entre las dos barras. La de River que solía parar en la confitería Las Camelias, en Almirante Brown y Pinzón, y la de Boca, en el café París o el Alegría, a la vuelta de sus hermanastros. Nacía el primero de un histórico enfrentamiento barrial, clásico de clásicos que con los años le fue dando forma al superclásico de reconocimiento mundial.

Lo real es que empezaron a diferenciarse rápidamente. En lo deportivo, el poderío económico le permitió a River dominar el comienzo de la era profesional y recibir el apodo de Millonarios. En lo social, los boquenses estaban cada vez más arraigados en La Boca, al contrario de los riverplanteses, que iban de un lugar a otro sin afianzarse en ninguno. Para cuando River se mudó al más aristocrático barrio de Núñez, la semilla del superclásico ya había germinado...

Una pasión de tal magnitud no siempre termina bien, estos encuentros también tienen notas negativas en las que sobresale la violencia. El primero del profesionalismo, jugado el día 20 de septiembre de 1931 fue marcado por la polémica. River se puso en ventaja a los 15', pero Francisco Varallo empató para Boca rápidamente a los 28' tras un controvertido penal. El arquero de River Jorge Iribarren tapó el disparo, y también el primer rebote. Al segundo rebote, el mismo delantero boquense contó más tarde que con sus brazos le trabó una pierna al arquero para poder anotar. El árbitro Enrique Escola convalidó el gol y expulsó a 3 jugadores de River por protestar. La actitud de éstos de quedarse en el campo y no retirarse, produjo incidentes que luego se trasladaron a las tribunas. Todos los jugadores de River decidieron retirarse disconforme con el fallo arbitral, por lo que el Tribunal de Penas de la Liga Argentina de Football, días después del encuentro, le dio los puntos a Boca.

El 23 de junio de 1968, River y Boca jugaron en el Monumental en el marco del torneo Metropolitano de ese año finalizando el superclásico con un opaco 0-0. Sin embargo, este encuentro no sería recordado por el aspecto futbolístico. Luego de finalizado el partido se produjo la peor tragedia en la historia del fútbol argentino. En su retirada del estadio, los simpatizantes visitantes se encontraron con una trampa mortal en la Puerta 12. Nunca se supo exactamente si los portones estaban cerrados, si la policía reprimió y no dejó salir o si ambos factores se combinaron, pero la presión de la gente que intentaba inútilmente retirarse, atrapó a cientos de personas entre avalanchas de público y provocó 71 muertos. El hecho quedó impune y nunca más, nadie, ni siquiera los dirigentes boquenses, siguieron investigando el caso judicialmente.

Boca y River no existen el uno sin el otro, el antagonismo de ambos genera tal pasión que este partido es un torneo aparte. Uno está orgulloso de ser el máximo ganador de títulos locales, mientras que el otro ostenta el mayor número de conquistas internacionales en el mundo. Con el pasar de los años y los enfrentamientos, el rencor deportivo entre ambos equipos sólo ha sabido de crecimiento. El SUPERCLÁSICO argentino un partido de otro planeta.

PEÑAROL VS. NACIONAL

Seguimos en el cono sur, esta vez en la hermana república del Uruguay. Montevideo es la ciudad capital política y futbolista de este pequeño país territorialmente hablando, es ahí dónde los dos clubes más importantes y ganadores del fútbol uruguayo se ven las caras desde 1900, si bien no tiene la popularidad de otros derbys es aquí donde se gesta la rivalidad más antigua del mundo fuera de Gran Bretaña, dónde la famosa garra charrúa se muestra en su máximo esplendor.

Grandes historias futbolísticas nos ha dejado este centenario enfrentamiento. A lo largo de la historia el fútbol uruguayo se destacó mundialmente por los triunfos heroicos y los imposibles vueltos realidad. En estos enfrentamientos muchas han sido las veces que se han suscitado partidos inolvidables con resultados increíbles desde todo punto de vista lógico.

Este duelo tiene su nacimiento en una ideología de arraigo y de identidad. En los primeros años del futbol uruguayo por allá de 1891 se fundó el Central Uruguay Railway Cricket Club (más tarde Peñarol) cuyas raíces se centraban en inmigrantes ingleses y representaban a la compañía ferroviaria The Central Uruguay Railway Ldt. Tras sus éxitos deportivos el club de fútbol se convirtió en uno de los más populares desde entonces.

En una época donde los equipos de futbol eran casi exclusividad de los inmigrantes extranjeros, surge ese sentido de nacionalismo uruguayo dando gestación en 1899 el Club Nacional de Football cuyo orgullo era el ser un cuadro netamente criollo y representar las ideas nacionalistas y universitarias de aquella época.

El primer enfrentamiento entre el Central Uruguay Railway Cricket Club y Nacional data del 15 de julio de 1900, fecha en la que el Peñarol se impuso por 2 a 0. Si bien, durante los primeros encuentros, Peñarol tomó ventaja en el balance de enfrentamientos entre ambos clubes, entre 1914 y 1915 Nacional logró imponerse durante seis partidos consecutivos, lo que, a finales de los años 1910, le permitió equiparar el historial de encuentros, pasando incluso a superar a Peñarol durante algunas temporadas. Al término de la etapa amateur del fútbol uruguayo en 1932, Peñarol (CURCC) y Nacional habían jugado en 123 oportunidades, con 45 triunfos para el “Carbonero” y 48 para el “Bolso”. Nacional logro mantenerse arriba en el balance hasta mediados de los años 70’s ya que apartir de se momento y casi hasta finales de los 90’s Peñarol tomó la batuta y establecer una ventaja de más de 10 encuentros que se mantiene vigente hasta el día de hoy.

 

Peñarol y Nacional se disputan la supremacía en cuanto a afición en Uruguay algo así como el 90%. Según unas encuestas, Peñarol es el mas seguido en Uruguay, según otras es Nacional, así es que nadie está seguro de quien es el más seguido en entre los charrúas. Este clásico también tiene otra particularidad, tanto Nacional como Peñarol juegan generalmente en el estadio Centenario sus partidos de local. Este estadio pertence al estado, Nacional posee el Parque Central mientras que Peñarol posee el José Pedro Damiani (antiguamente “Las Acacias”) pero por falta de infraestructura nunca es utilizado pese a que hay planes de construir un nuevo estadio o remodelar el Damiani.

Los carboneros y el bolso se han enfrentando en más de 508 ocasiones, siendo los de Peñarol los que llevan la ventaja con 181 victorias contra las 165 de Nacional.  Sin duda más de 100 años de rivalidad le dan un lugar especial a este clásico del fútbol mundial, dos tricampeones de la copa intercontinental, el orgullo de una ciudad, y dos equipos que acapran todo el amor del fútbol uruguayo.